El arte de la seducción se emplea para causar una impresión positiva, pretendemos llamar la atención del otro mostrando nuestro mejor perfil, predisposición y actitudes que desvelan nuestra intención de conectar con el sujeto a seducir. Para ello utilizamos la comunicación tanto verbal como no verbal o gestual.
Gran parte de lo que comunicamos de manera no verbal, no es totalmente intencionado por parte del seductor, debido a que en muchas ocasiones estas acciones no son premeditadas e incluso pueden ser producidas por el propio cuerpo de manera natural. Por ejemplo, en el proceso de seducción es posible y muy frecuente cierto brillo en la mirada, dilatación de las pupilas, piel más sonrojada, una posición más erguida, etc. De hecho es posible que incluso se produzca un cambio en el olor corporal y en la textura del pelo.
Otro de los factores muy importantes en la comunicación no verbal que se da en el arte de la seducción es la mirada. La comunicación ocular deja claros signos de nuestras intenciones a la hora de seducir, así dependiendo de la personalidad del seductor recurrirá a una mirada fija y sostenida o una mirada baja que muestre su actitud tímida.
Los movimientos corporales son un punto muy importante que debemos saber descifrar cuando sentimos que alguien intenta seducirnos. Mientras una fémina será más delicada en sus movimientos, ladeará la cabeza, cruzará las piernas y se tocará el pelo en el momento de la seducción, un hombre tendrá una actitud más varonil con gestos más agresivos y dureza en sus maneras para mostrar su lado más protector.
No debemos olvidarnos del gusto, el tacto y el olfato puesto que también están implícitos en el arte de seducir, un suspiro o una caricia pueden decir mucho más que mil palabras.
Para ser un buen seductor es necesario tener una buena autoestima. Si la percepción hacia uno mismo es positiva, podrá valorar mejor sus cualidades, tendrá más confianza en sus acciones y conocerá mejor cuales son sus límites. Se debe tener en cuenta que en el proceso de seducción no preocupa lo que piensen o cómo reaccionen el resto de personas ante nuestro comportamiento seductor y nos enfocamos sólo en la persona a seducir. En cambio si su autoestima es baja, lo que tratará de hacer es seducir permanentemente a la gente de su alrededor debido a sus necesidades afectivas para sentirse aceptado/a, esperando el reconocimiento de los demás para valorarse y desarrollar un buen concepto de uno mismo.
LA SEDUCCION entran en juego todos los recursos físicos, psíquicos y afectivos o emocionales que despertarán en el seductor sentimientos, emociones, pensamientos y deseos, es el momento en el que el seductor muestra sus valores.
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